La EB1 Sampaio Garrido, en Arroios, tiene ahora un entorno peatonal más seguro para todos, especialmente para los niños. "Hay que transformar la ciudad también para que los niños puedan circular, utilizarla, ¿no? Es importante tener en cuenta que ellos tienen otras necesidades".

Estamos en la EB1 Sampaio Garrido, una escuela situada en Arroios, más concretamente en lo alto de la Rua de Angola, en la Praça das Novas Nações. Un mega túnel de carretera terminaría allíLa infraestructura -estimada en 15 millones de euros en 2011- está incluida en el Plan Director Municipal (PDM) de la ciudad y daría forma a la verdadera 5ª circunvalacióntambién conocido como Circular de la Colina. Sin el túnel, el tráfico procedente del este de la ciudad sigue pasando por el centro del barrio, aunque con menor volumen. También pasan varios autobuses. Justo delante de la escuela.
Ningún padre se sentirá cómodo con tanto tráfico frente a la escuela de su hijo. No pueden cuantificarlo, pero saben que tiene un volumen suficiente para ser preocupante. Además del tráfico de paso, señalan la velocidad excesiva y la falta de respeto a los pasos de peatones, entre otras situaciones. A asociación de padres y profesores de guardería elaboró un diagnóstico completo de la movilidad y la seguridad en torno a la escuela y lo presentó en mayo en un informe de 15 páginas. Además de señalar los problemas, planteaba soluciones: propuestas de aplicación sencillas y de bajo presupuesto que permitirían mejorar todo el entorno escolar.
Enviaron el documento al Ayuntamiento de Lisboa, que rápidamente aceptó y puso en práctica sus sugerencias. "El Consejo realmente abrazó este tema y fue muy rápido. Hicieron lo que propusimos. Validaron nuestras ideas. Teníamos arquitectos e ingenieros en el equipo, en la asociación, así que también teníamos conocimientos para hacer este diagnóstico con medidas concretas y un proyecto"explica Vera Higino, representante de la asociación de padres.
El ayuntamiento aprovechó el pretexto de la Semana Europea de la Movilidad, que se celebró entre el 16 y el 22 de septiembre, para proceder a la remodelación del entorno del colegio. Se introdujeron medidas de pacificación y seguridad, como la colocación de balizas para impedir aparcar encima de un paso de peatones o en las curvas, comportamientos no permitidos por el Código de la Circulación.

Además de las balizas, también se pintaron las demás zonas, primero por adultos y luego por los propios niños de la escuela.Esto se ha hecho para reforzar la prohibición de aparcar, ampliar el espacio peatonal y dar color a la calle. Además, justo delante de la verja, se ha creado una zona de asientos con bancos y jardineras, ampliando el espacio útil para que padres, madres y abuelos esperen a los más pequeños mientras alimentan lazos de amistad o vecindad.










Los niños también echaron una mano en la creación de esta zona de espera... o dos, ayudando con la tierra y plantando los arbustos y las flores, que aportarán más alegría y frescura al entorno. El mobiliario urbano -los bancos y las jardineras- se tomó de los alrededores del Mercado de Arroios, donde la Junta Parroquial de Arroios quería liberar las dos plazas de aparcamiento para los visitantes del mercado y los vecinos de la zona (estos bancos y jardineras daban forma a los dos parklets).
"Este espacio de aquí solía ser muy estrecho. Cuando las mamás y los papás venían a recoger a los niños, nadie más podía pasar por la acera. Había abuelas y abuelos que venían aquí y se ponían contra los coches. Era muy complicado. Ahora tenemos más espacio".explica Vera. "Y otra cosa que queremos es que este nuevo espacio se convierta también en un canal de comunicación con la comunidad. Es muy importante que la escuela tenga esto, un lugar donde los niños puedan exponer sus trabajos, sus ideas, donde puedan incluso hacer una pequeña fiesta, cantar, pero con la comunidad. La escuela no siempre tiene que estar dentro de puertas, dentro de muros, dentro de edificios escolares".











En conjunto, la intervención ha aumentado el espacio peatonal y la seguridad de las personas, sobre todo de los niños. También se pintó y protegió una zona junto al jardín de la Praça das Nações Unidas, estrechando así el canal de la calzada e impidiendo el aparcamiento. Junto a la escuela, se dejaron dos espacios para recoger y dejar pasajeros y también para carga y descarga, así como una plaza de aparcamiento de pago que el Ayuntamiento y la Diputación no vieron necesidad de retirar.
La asociación de padres asegura que la intervención no ha eliminado plazas de aparcamiento, ya que nunca se ha permitido aparcar encima de los pasos de peatones, a menos de cinco metros de ellos o en las curvas. "No podemos quitar todas las plazas que quisiéramos. Esta es una zona residencial"reconoce. "Pero la cuestión de la supresión... -también es importante subrayarlo- la supresión del supuesto aparcamiento era únicamente para aumentar la visibilidad de los conductores para los niños".
La asociación de padres, el consejo parroquial, el ayuntamiento y los niños participaron en la construcción de un entorno mejor para esta escuela de Arroios. "Aún no está terminado, pero hemos aprovechado esta Semana Europea de la Movilidad para empezar a hacer realidad algunas de estas ideas"Vera dice, dando un ejemplo de la falta de aplicar una superficie roja antideslizante al asfalto de acceso a la escuelacon señalización horizontal adecuada para que los conductores sepan que están cerca de una zona con niños.
Tras esta intervención más ligera y rápida - más emergente -Vera y la asociación de padres quieren un proyecto más ambicioso y también más definitivo. La idea es retirar el tráfico rodado de delante de la puerta del colegio y ampliar el jardín y la Plaza de las Nuevas Naciones. Ya hubo una propuesta en este sentido, elaborada por las cooperativas Trabalhar Com Os 99% y Largo Residências en el marco del programa BIP/ZIP, pero no salió adelante; ahora el Ayuntamiento de Lisboa lo está volviendo a analizar, habiendo realizado ya un estudio preliminar que, en general, mantiene las ideas previamente debatidas con la población.

La Praça das Novas Nações es un espacio público clave en el barrio de Anjos, en la parroquia de Arroios. Aunque se encuentra en un alto estado de deterioro y abandono, esta plaza es un punto de referencia con constante movimiento, ocupación y vida para la población del barrio y los niños de Sampaio Garrido. Vera y el resto de la asociación también quieren que la escuela esté unida a la plaza. "Tenemos una plaza justo delante de la escuela. Al fin y al cabo, los niños se apropian de ella, pero como hay una calle que separa la escuela de la plaza, parece que las dos cosas no se hablan. No hay apropiación de este espacio público por parte de la escuela"describe su madre, que también es arquitecta.
"Creemos que esta calle frente a la escuela no tiene sentido, porque es peligrosa. Los niños y los padres sienten esta ansiedad, este problema, cada vez que vienen a recoger o a traer a sus hijos. El objetivo principal es unir la plaza con la escuela". Pero además de esto, tanto la propuesta del BIP/ZIP como el estudio preliminar que está realizando ahora la autoridad local proponen también ampliar la plaza hasta una de las fachadas de los edificios, uniendo la Rua de Timor con la Rua de Cabo Verde y convirtiendo ésta en un circuito viario de sentido único.

El cambio en el diseño de la carretera rompería algunas conexiones viarias del barrio, con la esperanza de reducir también el tráfico de paso; pero ofrecería una Plaza de las Nuevas Naciones más amplia y segura, conectada con la escuela. “A prioridade máxima é esta: munir a escola de um espaço público de qualidade onde as crianças possam brincar depois das aulas.” Vera conta que, nos últimos anos, têm feito algumas experiências, unindo esforços entre as associações locais, da freguesia e da cidade. Com o projecto Brincapé, promovido pela Associação para a Promoção da Segurança Infantil (APSI) com outras entidades, encerraram ao trânsito precisamente a rua que separa a escola da praça, abrindo-a às crianças e à brincadeira. “Fechámos a rua. Ficou comprovado que realmente é uma solução que funciona. Esta rua pode ser fechada.”
E os carros não são necessários naquela escola? A EB1 Sampaio Garrido é uma escola onde a maioria das crianças se desloca a pé. Num inquérito promovido recentemente pela associação de pais com a ajuda dos professores, e que reuniu 188 respostas do universo total de 208 alunos (90,4%), verificou-se que 68% das crianças inquiridas fazem a pé as suas deslocações casa-escola, sendo que 11% vai sozinhas; apenas 22% vai de carro. Também os indicadores do relatório Mãos Ao Ar! da Câmara de Lisboa, que oferece um anual das deslocações escolares na cidade, apresentam em 2022 para a freguesia de Arroios a deslocação a pé como preferencial pelos alunos em relação à deslocação automóvel. Já no ano lectivo 2015/16, no âmbito de um projecto da APSI, se tinha verificado que 72% das crianças desta escola se moviam a pé ainda que as condições no percurso fossem difíceis e pouco seguras. A APSI tinha, na altura, apresentado um “caderno de propostas” para melhorar a mobilidade e o acesso dos mais pequenos, incluindo fechar a rua em frente ao portão ao trânsito.
“Quer dizer, a cidade também tem que ser transformada para que as crianças possam circular, usar, não é? É importante termos em atenção que eles têm outras necessidades”, reforça Vera. Se por um lado a mobilidade activa (andar a pé) é fundamental para aumentar os níveis de actividade física nas crianças, também é necessário que elas ganhem a sua autonomia. Para existir autonomia temos que ter garantias de um ambiente urbano seguro. Do ponto de vista rodoviário, a segurança no espaço público depende muito da velocidade e a sua relação com a capacidade de travagem. Reduzir velocidade é reduzir risco.

O trabalho de diagnóstico que esta associação de pais e encarregados de educação desta escola fizeram poderia ter sido feito, talvez, pela Câmara de Lisboa. E poderia ser feito ao nível da cidade, por uma maior segurança em torno das escolas. Barcelona e Paris são duas cidades exemplo nesta matéria: ambas criaram um programa municipal para intervir nos espaços públicos junto aos agrupamentos de ensino, aplicando quase sempre as mesmas medidas de acalmia. Não desresponsabilizando o papel da autarquia, Vera entende que é um dever também os cidadãos serem activos. “Cabe-nos também esse papel, não é? Quer dizer, se a coisa não está bem, cabe-nos também a nós ajudar a que passe a constar na agenda deles, para que eles ponham os olhos nisto, e para que a gente realmente consiga em conjunto fazer qualquer coisa”explica. “A Câmara soube das nossas intenções, falou logo connosco e houve um entendimento logo imediato. Com a Junta, igual. Portanto, foi uma coisa que aconteceu. E foi uma união de esforços muito importante também com as associações e projectos locais, como o Brincapé, a APSI e também o Regador.”