Actuar localmente, pensar globalmente: 15 años de HortaFCUL

Crónica.

Para destacar los beneficios de un huerto comunitario, HortaFCUL ha creado un informe con indicadores que muestran su impacto positivo en la comunidad académica y en la ciudad a lo largo de 15 años.

HortaFCUL (foto LPP)

En la década de la acción para el desarrollo sostenible, los proyectos comunitarios están ganando popularidad en todo el mundo. En las zonas urbanas, la aparición de huertos comunitarios ha sido una tendencia creciente en los últimos años. Estas iniciativas responden a una serie de retos globales, promoviendo soluciones en ámbitos como la salud mental pública, la soberanía y seguridad alimentarias, la acción por el clima o incluso el empoderamiento ciudadano. 

A pesar del crecimiento universal de los huertos comunitarios en todo el mundo, Portugal sigue albergando pocas de estas iniciativas. En Lisboa, es poco probable que el número de huertos comunitarios -es decir, espacios verdes cuya gobernanza se confía a un grupo local de ciudadanos- supere un puñado de ejemplos, persistiendo algunos factores limitantes, como la falta de espacio, herramientas o apoyo financiero básico. Sin embargo, Horta do Alto da Eira y Bela-Flor Respira son ya excelentes ejemplos de huertos comunitarios en Lisboa que demuestran que el interés y el entusiasmo en torno a la idea van en aumento. Aunque la lógica de una iniciativa de abajo arriba es eliminar las burocracias de arriba abajo, el apoyo y la validación institucionales son activos valiosos para impulsar y ayudar a iniciativas de este tipo, traduciendo el simple entusiasmo en espacios reales y transformadores.

Informe sobre HortaFCUL (DR)

Con el objetivo de informar y concienciar a los responsables políticos e institucionales de los beneficios de la mera existencia y funcionamiento de un huerto comunitario, el HortaFCUL - un colectivo de permacultura con sede en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa (FCUL) - decidió tomar su ejemplo como estudio de caso, y transcribir su impacto positivo a través de un conjunto de indicadores claros, objetivos y científicosbasado en matrices reconocidas internacionalmente, como la Servicios de los ecosistemas y el Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Estos dos enfoques se adoptaron en un informe publicado recientemente sobre el 15º aniversario de HortaFCULResume toda la actividad del proyecto durante este largo periodo. Son casi cien páginas con mucho contenido científico, pero también registros fotográficos y visuales que reflejan la importancia de este proyecto para toda una comunidad. 

¿Qué hace de HortaFCUL un caso de estudio relevante en este campo? Fundado hace casi 15 años, este proyecto sigue siendo un ejemplo de referencia como proyecto de permacultura comunitaria en un contexto universitario, en Portugal y en todo el mundo. Su larga historia es, sobre todo, una historia de éxito, de superación de obstáculos y dificultades, y de inspiración para otras iniciativas en Portugal y más allá. En este informe, la actividad realizada por el proyecto desde 2009 se ha traducido en cifras, y los resultados son profundamente reveladores del potencial que tienen los huertos comunitarios para combatir los problemas y las deficiencias de las comunidades humanas. Este documento es el el primer intento en Portugal de vincular un proyecto comunitario a indicadores científicos, con el fin de traducir concretamente los beneficios extraídos de la existencia de un ecosistema de este tipo.

Hay cuatro ámbitos en los que la HortaFCUL ha desempeñado un papel crucial dentro de su comunidad. En primer lugar, la promoción de biodiversidad. Si nos fijamos sólo en las plantas - la flora del ecosistema - encontramos que el Los espacios de la HortaFCUL cuentan, en total, con más de un centenar de especies de ciclo vital perenne en una superficie que corresponde aproximadamente a 4% de la superficie total del campusEn el resto de espacios verdes de la FCUL (26% de la superficie del campus), se identificaron casi 90 especies perennes.

En segundo lugar, la refrigeración y forestación del campus de la FCUL. En un momento en que los efectos de las olas de calor se dejan sentir con creciente intensidad en ciudades como Lisboa, la dotación de espacios frescos en la ciudad es esencial para el confort y la salud de la población. En el campus de la Facultad de Ciencias, medimos la evolución de la cubierta arbórea de las zonas verdes y observamos que la espacios del HortaFCUL ofrecían hasta tres veces más cubierta arbórea que los demás céspedes convencionales de la facultad

En tercer lugar, la reutilizar residuos. El compostaje está de moda y muchas personas ya están adoptando este tipo de práctica en casa. Sin embargo, en 2016, HortaFCUL fue pionera en el primer ensayo de compostaje comunitario en Portugal, produciendo desde el inicio de la actividad del compostador casi 48 toneladas de compost orgánicoTambién secuestra carbono equivalente a 1,5 veces la huella de carbono anual de un ciudadano portugués. Este compost se ha invertido en la producción de alimentos y la propagación de plantas, y una parte considerable también se ha donado a la comunidad. 

HortaFCUL (foto LPP)

En cuarto lugar, la acción social que proyectos de esta naturaleza promueven en su comunidad. Desde el inicio de HortaFCUL, 74 voluntarios participaron activamente en el proyecto. Se organizaron más de 440 actos (un acto cada 11 días). y se calcula que el número de jornadas de trabajo ha sido de al menos 450 (1.800 horas de trabajo voluntario). Los actos más representativos -talleres, visitas guiadas y charlas- sumaron 225 en 13 años, con una media de 24 participantes por acto (5.353 participantes en total). En cuanto a asociaciones y apoyo directo a otros proyectos, se documentaron 87 ocasiones (una media de 6 al año).

En resumen, este informe puede considerarse un primer intento de resumir científicamente el valor añadido de un huerto comunitario en Portugal. La evolución documentada aquí del proyecto puede considerarse una curva de aprendizaje para muchas iniciativas que aún están en sus inicios. Aunque los objetivos y los indicadores de referencia de cada proyecto comunitario pueden variar en función de las necesidades específicas del contexto, la estructura general de este informe puede utilizarse para hacer un seguimiento de los beneficios derivados de la actividad de los huertos comunitarios.

Este esfuerzo de investigación debería fomentar futuros trabajos en este ámbito, estableciendo finalmente los huertos comunitarios como objetos de estudio científicamente válidos y relevantes en el mundo académico. Esperamos que este informe desarrolle el potencial de un huerto comunitario para promover soluciones ascendentes basadas en la naturaleza entre los responsables de la toma de decisiones y las partes interesadas institucionales, así como para apoyar el potencial regenerativo y transformador que tienen estos proyectos dentro de sus comunidades locales.

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